Emiliano Zapata: “Tierra y Libertad”

http://enjusticiaglobal.wordpress.com/2011/04/10/emiliano-zapata-tierra-y-libertad/

Hoy, 10 de abril, mientras conmemoramos el 92 aniversario del asesinato del “Caudillo del Sur,” Emiliano Zapata, quiero reflexionar sobre sus demandas de “Tierra y Libertad” durante la revolución mexicana del siglo pasado.

Como explica el video incluido en esta entrada, “en México en 1910, 900 terratenientes poseen las dos terceras partes de la tierra” y las grandes mayorías sin tierra son reprimidas por una “policía brutal” bajo el dictador Porfirio Diaz. Zapata une al campesinado del sur de México para poner fin a estas grandes desigualdades a través de la revolución.

“La tierra es de quien la trabaja”, era el programa revolucionario de Zapata. La tierra, es decir una forma de sustentarse sin trabajarle a otro, era clave para que las personas pudieran experimentar la libertad.

Zapata sabía que había que luchar por las necesidades básicas de su pueblo, como la tierra. Sin embargo, eso no era suficiente, sino que también había que garantizar la libertad del pueblo, un reto tal vez menos concreto pero igual de importante como valor humano.

En ese mismo momento histórico, las trabajadoras de la industria de textiles en Massachussetts, Estados Unidos, demandaban en sus huelgas del 1912 “Pan y Rosas”. Tras 2 meses de huelgas masivas ganaron mejores sueldos -el “pan”- y condiciones dignas en el trabajo -las “rosas”.

Quiero ofrecer mi opinión, a partir de la reflexión sobre historias como estas, que las luchas exitosas de los pueblos toman como demandas: 1) una reivindicación que surge de las condiciones objetivas de las grandes mayorías, como el derecho a la tierra o la alimentación; y 2) un llamado a que las personas recuperemos nuestra dignidad como seres humanos y como pueblo. Esta dignidad se manifiesta a través de la “Libertad” de Zapata y las “Rosas” de las mujeres huelguistas de Massachussetts.

Sin la primera demanda, la lucha puede perder su impulso por falta de dirección y urgencia. Sin la segunda, puede caer en el cortoplacismo de creer que hayamos “ganado” si conseguimos una victoria inicial, como un aumento de sueldos o la reforma agraria.

Para terminar, comparto un ejemplo contemporáneo. Abahlali baseMjondolo, el Movimiento Sudafricano de Personas que Viven en Chozas, exige “Vivienda y Dignidad”. Es un movimiento social compuesto por más de 25 mil personas que padecen terribles condiciones de vida. Demandan viviendas dignas, agua, escuelas públicas y energía eléctrica.

Su presidente, S’bu Zikode, dice: “Cuando decimos que necesitamos viviendas, esto va más allá de 4 paredes y un techo. Significa que demandamos que se nos trate como seres humanos dignos de vivir en dignidad. Este último es lo que tratamos de inculcar en nuestros militantes”.

Tim Shenk, Justicia Global